martes, 11 de septiembre de 2012

Lo bueno siempre tiene un final.

Bienvenida a la jodida realidad princesa, espero que hayas tenido un agradable viaje por la tierra de los sueños, y espero que tu repentino despertar no haya sido demasiado amargo. Pero dicen que lo bueno siempre tiene un final, como cuando te terminas un helado, o cuando tu película favorita termina al ritmo de la música de los créditos finales. Es ahí cuando vas escuchando el final de la sinfonía de los finales cuando echas la vista atrás, recuerdos que pasan como una ráfaga de viento por tu cabeza inundando de melancolía desafinada el cuerpo, dejando un ligero sabor agridulce en ti, por que fue real, y por que no volverá a serlo. Fin, así de de claro , así de simple y tan jodidamente difícil de asimilar.