Bienvenida a la jodida realidad princesa, espero que hayas
tenido un agradable viaje por la tierra de los sueños, y espero que tu
repentino despertar no haya sido demasiado amargo. Pero dicen que lo bueno
siempre tiene un final, como cuando te terminas un helado, o cuando tu película
favorita termina al ritmo de la música de los créditos finales. Es ahí cuando
vas escuchando el final de la sinfonía de los finales cuando echas la vista
atrás, recuerdos que pasan como una ráfaga de viento por tu cabeza inundando de
melancolía desafinada el cuerpo, dejando un ligero sabor agridulce en ti, por
que fue real, y por que no volverá a serlo. Fin, así de de claro , así de
simple y tan jodidamente difícil de asimilar.