Y justo en ese momento en el que creías que todo era perfecto, pum. Tu burbuja de ilusión se destruye irremediablemente, de la forma más cruel y dolorosa. Y es que el curso de nuestras vidas puede dar un giro de 360º en apenas un instante. Instantes dolorosos en los que desearías meter la cabeza debajo de la tierra, y no salir, hasta que saliera el sol. Pero no. Pasas otro día más jugando a ser una niña alegre, simpática, pero sobretodo fuerte. Que no se derrumba ante nada. Jugaremos hasta que el corazón de su último suspiro.